viernes, 9 de septiembre de 2011

ME VOY DEL CARALIBRO

Me voy del facebook... Ni es algo ni tan grave ni tan importante... Termina una etapa en mi vida, comienza ora muy distinta... Pero, auqnue sea por aquellas personas queme han acompañado un ratito en estos sueños, desvaríos, sesiones de música (con o sin licencia de Youtube), algunas poesías (muy malas casi todas, las mías, quiero decir), no me apetece irme sin avisar...

Si esto fuera "Matrix" , una desconexión total en 5, 4, 3, 2, 1... sería más divertida... He conocido personas maravillosas, extraordinarias, de quienes he aprendido muchas cosas... A otras, por descgracia,las he perdido, ellas 3 lo saben de sobra...

He renunciado a muchos sueños.... y he pensado que la soledad del blogger se podía combatir a base de encargar copias para una serie de personas cada trimestre, en un círculo creciente como las espirales de un caracol... Unas veces he acertado, he ganado un amigo o amiga.... otras un gran lector o lectora... y otras, me he equivocado....


He retomado el contacto con personas de capital importancia en un momento u otro de mi vida, he recordado sitios y momentos, y además, he llegado a mantener a ala vez 8 blogs (entre los públicos y los privados)...


He vuelto a llorar, por mi padre y por mi abuelo... y por mí mismo...


Y ahora emprendo una nueva etapa... Centrarme en otros sueños: retomar el periodismo activo (en la radio, como gionista, o en una radiofórmula); seguir trabajando lo mejor posible hasta entonces; avanzar con la novela y los blogs oficiales... Y ser moderadamente feliz...

El 15 de agosto, me despediré pues de todos, saldré por esa puerta pequerña que existe en todo programa informático...


Pero es posible que algunas de esas personas, amigos, conocidos fuera de serie, escritores, reciban una invitación para otra nueva cuenta (ahora tengo 6, todas en facebook, con su correo, alias, recuerdos, fotos, perfiles, músicas)...


Esta nota va, pues, para todas las demás... Es culpa mía: necesitaba tanto sentirme integrado en el anonimato de este sistema, que acepté demasiadas amistades a lo loco, y a veces, cuando ese arbol de luces verdes se ilumina... ni siquiera recordaba con quien estaba hablando... Y por eso, con la luz encendida, no decía nada...


Muchas gracias, de todas formas, por aquellos ratos compartidos...