viernes, 9 de septiembre de 2011

LOS OTROS SIETE MAGNÍFICOS

Anoche, mientras conjuraba a las hadas del sueño para que me permitieran descansar y recuperarme de los excesos de una nueva jornada laboral en el trabajo, y de varias horas, menos de dos, frente al ordenador, estuve pensando en la fórmula de la felicidad... y elaboré una lista con los que deberían ser los elementos básicos, incluso sus proporciones, mientras la cuenta atrás se acercaba peligrosamente a las cinco horas de sueño... Son "Los otros siete magníficos"... En aquellos momentos, tu pensamiento se dispesa un poco, y más que en peculiaridades como tipos de familia o consumo de psicotrópicos, caemos en los estereotipos, donde un padre jamás pegará a su mujer, ni un niño se dedicará a pegar a otros en el cole, ni habrá camellos de once años en el instituto...

1) Salud: es el primero de los elementos uno de los más importantes, puesto que sin ella, nada tiene sentido. Conozco demasiadas personas enfermas, o que lo han estado (incluyendo mi apendicitis o el menisco roto), como para estar seguro de este aspecto.

2) Amor: suena ñoño, pero es así. Somos animales sociales, que buscan el amor, el cariño, en los demás: nos pasamos media vida intentando encontrar la persona adecuada... sin darnos cuenta, muchas veces, de que la tenemos a nuestro lado, aunque la tengamos catalogada bajo otra definición: "amigo" o "amiga"... y otras veces, se puede alquilar... casi siempre por horas...

3) Amistad: es algo que tampoco valoramos... hasta que la perdemos... Cuando yo era pequeño, decían eso de "Quien tiene un amigo, tiene un tesoro", tal vez por la peli de Bud Spencer y Terence Hill... Ni Chuck Norris, ni el chino cudeiro: las mejores bofetadas y tortazos de la historia del cine los daba Bud Spencer. He tenido pocos amigos realmente dignos de este nombre, me sobra con los dedos de una mano para contarlos... pero los mantengo hace décadas... Y luego tengo otros amigos, menos íntimos, pero que te ayudan a paliar tu soledad o los momentos bajos...

4) Familia: los mejores recuerdos de toda mi infancia los tengo asociados con mi abuelo, con algunos viajes, las vacaciones en la playa... Sabes que los tienes allí, en lo bueno y en lo malo, que te van a apoyar... es cierto, a veces se ponen muy "plastas" con algunos temas, o no entiendes sus decisiones, puedes tener la típica fase de rebeldía durante la adolescencia... pero al menos concédeles el beneficio de la duda, sobre todo, a tu madre... Y recuerda que no estarán a tu lado toda la vida...

5) Referencia y pertenencia al grupo: como dije antes, somos animales sociales, y necesitamos la compañía de otros humanos (salvo que emulemos a Simeón el Estilita)... Por eso, nos apuntamos a los partidillos de fútbol en el colegio, los grupos de debate en la facultad, el club de fotografía o de amantes de los cangrejos rojos del Amazonas, mil asociaciones deportivas (entre ellas, los gimnasios para combatir los michelines) y culturales... y por supuesto, las redes sociales, con la libertad que concede el anonimato...

6) Dinero y Trabajo: vivimos en un país de quinientos euristas, pues con la mayor parte de los nuevos contratos de trabajo, algunos de ellos diarios, en régimen de explotación, sin derechos pero con muchos deberes, el ser mileurista se ha convertido en un privilegio, pero con el que no llegas a ninguna parte... Además, ni siquiera tienes el derecho a quejarte, porque enseguida te recuerdan que "si no te parece bien este trabajo, tengo a cuatro millones de personas esperando a ocupar tu puesto..." Y lo peor de todo: es cierto, incluso para disfrazarte de pollo gigante al lado de un asador, repartiendo octavillas...

7) Esperanza: cuando todo lo demás falla, tu vida es un caos, no tienes nada, o al menos, ninguna de las cosas de las que hemos hablado antes, en todo caso, no como tú quisieras, la esperanza no deja de ser lo ùnico que nos queda, para seguir adelante...

Estos son mis siete magníficos, los elementos que para mi configuran aquél sueño llamado "felicidad"... y que tengo la inmensa suerte de tener al alcance de mis manos en este momento... Siempre anhelas tener más amor, más sexo, más dinero...


Pero al mismo tiempo, intentaré quejarme menos... y jugar a la Primitiva...