viernes, 30 de marzo de 2012

(DES)PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO DE UN VARÓN DE MEDIANA EDAD

POR ORDEN DEL SEÑOR ALCALDE, SE HACE SABER...

El pleno municipal que rige los destinos de todo ser humano, reunido en sesión conjunta, dentro del cuerpo de Martí Vassili Yogurtu, con los representantes del cerebro y del corazón, con la participación extra-ordinaria del hígado (excesos etílicos), el estómago (acidez), la cabeza (jaqueca) y las gónadas (eso dicen ahora, antes eran simplemente los huevos y la curcusilla...), ha establecido que durante el presente ejercicio anual, se han de cumplir, obligatoriamente, o al menos intentarlo, los siguientes propósitos:


1. Ser más feliz... o al menos intentarlo, pues para cada uno de nosotros la felicidad está formada por factores distintos, como no pasar hambre, no tener frío... Echar un buen casquete de vez en cuando... Tirarse un buen pedo de fabada en las narices del proctólogojódete, toma recuerdo!)... Mirarle el canalillo a la canguro de los niños... Girar la cabeza como la niña del exorcista, cuando un Monumento con minifalda te adelanta en la escalera del Metro... es curioso, la cantidad de varones que pueden tener tortícolis en el mismo lugar y momento...


2. Cuidar más a los amigos... hey, que no se puede olvidar un amigo de verdad, ni mucho menos... Pero la amistad, como cualquier maquinaria, también requiere un mantenimiento: un mensajito con el móvil, un par de llamadas al mes, sacar tiempo para conversar, tranquilamente sentados... por ejemplo, en la cola del paro, o en un parque, compartiendo una litrona, mientras ves a las chatis...



3. Tener un poquito más de cariño por tu jefe. Míralo, que ojitos tiene... ¿Realmente piensas que le gusta pasarse todo el santo día en su despacho de paredes de cristal? ¿De verdad crees que le divierte el pinchar, aleatoriamente, las conversaciones telefónicas del call center? ¿O que su máxima aspiracion en la vida es joder todo lo posible tu futuro profesional? ¡No, hijo, no! Sin duda, tiene muchas cosas mejores que hacer...


4. Tener más paciencia... Hasta que no se demuestre lo contrario, la gente no se mueve solamente para hacerte la puñeta cuando tienes prisa... La abuelita, mírala qué mona ella, no lo hace a propósito, si quiere pagar la barra de pan y la botella de ginebra con céntimos... Los niños que hacen la colecta para el viaje de fin de estudios no pueden saber que a las 16:32, tú estabas justamente cogiendo el sueño, tras un turno de 17 horas... Y el conductor del metro no lo hace a propósito, cuando te cierra en las narices las puertas, y te quedas con la cara planchada contra el cristal...


5. Aprender a ir de compras con otra persona. El arte de hacer la compra, es algo que se perfecciona a lo largo de los años, con múltiples experiencias, que te marcan para toda la vida... Por ejemplo, si tu madre te enseño a mirar siempre en la parte más interna de las barcas de alimentos, para buscar el producto que caduque más tarde, pues será una costumbre que mantendrás incluso a la hora de comprarte una corbata. Si a tu padre le ponía nervioso hacer la compra de la semana, y nunca se apuntaba las cosas necesarias en un papel (y al final, terminaba comprando siempre lo mismo: el chopped y la margarina sin grasa, y las patatas fritas con sabor a cebolla eran eternas), tú harás lo mismo, aunque tal vez con otros productos-talismán...


6. Conducir de manera (más) responsable. El coche no es un complemento de tu virilidad, y cuando más grande lo tengas, no quiere decir nada (el coche, por supuesto, del pene, hablaremos después). No está mal que el motor tenga mucha potencia, sobre todo para el bonito juego de "vamos-a-ver-quién-arranca-antes-en-el-semáforo", pero tienes que ser prudente... En la vida real, te haces pupa si te chocas contra una farola, y perseguir peatones no te da puntos, ¿vale? Menos mal que las patrullas de la Policía Local, de la Policía Municipal y de la Guardia Civil se encargan de velar por nuestra seguridad...


7. Callate en el cine... ¡Y apaga ese puto móvil, por Satanás! Del mismo modo que tú vas al cine para relajarte, para disfrutar de una buena peli, a ser posible "Rambo 52" (mítico, el momento en que se le cae la dentadura postiza en medio del barro, y eso le salva de las balas) o "Conan 46: rebelión en el geriátrico" (cojonudo, mítico, ese enfrentamiento, con las sillas de ruedas, y dándose hostias con el soporte de los sueros... para intentar tocarle el culo a la enfermera), el resto de las personas tienen la misma intención, y no necesitan tus comentarios para demostrar tus conocimientos sobre el cine hiper-realista francés aplicado a las técnicas contemporáneas... Por lo tanto, cállate, y disfruta...


8. Hacer más deporte, que vaya culo se te está poniendo, Martí... No, me temo que el tomar unas cañas en el bar, por mucho que lo llames "levantamiento de vidrio sobre barra fija", no es un deporte de riesgo... No, el "sillón-ball" tampoco sirve, tienes que moverte un poco, que cualquier día, tendrás que sacudirtela al tacto después de cada uso, porque tu tripón no te permitirá ver a tu mejor amigo...¡Cómo, que ya lo vienes haciendo desde hace meses! No, el futbolín tampoco cuenta... Coño, si tienes un gimnasio a la vuelta de la esquina... Ah, comprendo, que no tienen escaleras mecánicas en la puerta de entrada... Pero piensa que dentro habrá mujeres, de esas que te gustan: guapas, atléticas, de curvas sinuosas y tiene perfiladas... ¡¡¡¡Adónde vas, que son las tres de la mañana, y no está abierto para que te apuntes a aerobic con monitora maciza, nivel principiante!!!!

9. Pensar más antes de hablar... Que luego, vienen todos los problemas... Claro, ya no recuerdas lo que te decían en la mili: ¡voluntarios, nunca, señor! Pero solamente a se te ocurre ofrecerte voluntario para traer el café del director, cuando te lo pide su secretaria, esa que te gusta tanto, con sus inmensos ojos marrones... Claro, primero fue el café de la máquina...luego el del bar de la esquina, que está más bueno... y, de camino, también le compras el periódico, le paseas al perro, y le traes la ropa de la tintorería... O bien, recuerda tu primer y último día en la otra empresa: sólo a ti se te ocurre comentar sobre la aplastante victoria del Barça contra el Madrid, !siete a cero, señores!, andabas berreando en la sala de espera... para cuando entras en el despacho del mandamás, descubrir un gigantesco poster "Corazón Blanco", firmado por todos los titulares de la temporada, y también unas réplicas a tamaño natural de las últimas copas... Ni te dio tiempo a abrir la boca, cuando con el universal gesto de "Despedido" te estaba indicando la dirección a seguir...

10. Ser mejor persona, en general... Que el estilo "Torrente" ya no se lleva... No puedes ir por la vida, despreciando a los inmigrantes "porque hablan mal", a las mujeres "por provocar siempre", a los viejos "por estorbar", a los adolescentes "por no madurar", a los perros "por cagarse en la calle" (olvidando que la culpa es siempre de sus amos), a los bebés y los niños "por llenar el aire con sus berridos", a los barrenderos "por mojar la calzada justo cuando vas a pasar", a tu mujer "por haberse vuelto una foca"... y como sigas por ese camino, vas a terminar ingresado en una residencia por tus hijos y tus nietos... o directamente, te pasarás todo el día, con tu boina y tu cachaba, viendo pasar la gente desde el balcón de tu casa, y solamente te meterán dentro para cambiarte el pañal...

11. Comer más sano... Sí, la fabada, el chuletón, el cocido, la panceta, el secreto, las pijotas, el bienmesabe, la leche frita, las natillas, el queso de Cabrales, los torreznos, vamos, casi toda la comida rica rica, sin moderación, no es nada, pero nada, sana... Una ensalada de lechuga con atún y cebolla, como mucho, admite una lata pequeña, pero no una de kilo... Hacer trampas con la báscula, para que esa pata de avestruz cuele por cien gramos de muslo de pollo, tampoco es muy inteligente por tu parte...

12. Hacer lo más correcto. Ya lo sabes, esta lista de propósitos de año nuevo, no es solamente una lista, es una declaración de principios, de mejoras en tu mente, en tu alma, por eso esta vez, la escribes con el ordenador, para colocar bien las ideas, luego lo imprimes, y lo guardas en la cartera... y hasta el año que viene, pasas completamente de ella, como todos los años, hasta que no te quede otro remedio... que cambiar de cartera, por supuesto...

Pues eso, majetes: todos a redactar la lista de propósitos, a ser buenos chicos, que si no, esta vez tampoco te traerán nada los reyes majos...

Y, por si cambiáis de idea... solamente con cumplir el primer trozo de cada frase, seréis mejores personas...
Bueno, lo de querer más a tu jefe... eso es opcional...

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